La pobreza en Chile alcanzaba el 50% de la población en 1973 (hoy es 12%), existía aun la desnutrición primaria, no había agua potable en los barrios periféricos, había una inflación de 600% al igual que en países africanos o en guerra..
Todas esas cosas son el legado del romanticismo político del marxismo. Desafortunadamente la política es contra intuitiva, lo que es difícil comprender a personas sin conocimientos técnicos que se mueven por ende, solo por emocionalidad.
Chile gracias a muchos de los cambios constitucionales del 80, como la protección a la propiedad privada, y el resguardo de la libertad, además de la apertura de los mercados, ha comenzado a salir del subdesarrollo. La desigualdad es también cultural y tomará mucho tiempo en traspasar el capital cultural y humano de la clase acomodada a la gente humilde. Un país sin recursos no es capaz de lograrlo, menos con los datos del primer párrafo.
Vamos en la dirección correcta, el siguiente paso es la educación, el desarrollo tecnológico, el dominio del inglés en la población y la apertura completa a la inversión extranjera. Siguiendo ese camino, Chile mejorará su desigualdad y acabará con la pobreza en unos 10 a 20 años, lo cual es un logro sin parangones para latinoamerica.