En Argentina se aplica la política económica neomarxista, que se basa en la falacia de la acumulación de riqueza. El marxismo no entiende que la riqueza se puede generar, así tiende a entrar en una dinámica de disputa legal de cualquier actividad económica, yendo así mucho más allá de la sana competencia comercial.

Bajo esta lógica no se concibe la cooperación entre países, ya que el marxismo opera bajo el principio que la riqueza no se genera, por tanto si LAN registra utilidades, el marxismo la interpreta como pérdidas de Aerolineas Argentinas. Esto es una gran falacia económica marxista. Las pérdidas solo provienen de ineficiencias en el proceso productivo.

Esta política tercermundista, es irresponsable y es la generadora de pobreza e inflación. Ya que a la larga las empresas terminan retirandose de ese mercado hostil, apareciendo así la escases y racionalización.

Esta ruta no es los que los países necesitan para la superación de la pobreza y desigualdad, los países necesitan libertad para desarrollar sus actividades económicas como lo hacen los del top de este ranking: http://t.co/b99iI1W05O

La desigualdad en Sudamerica viene desde hace más de 100 años, debido a la brecha cultural y económica con que llegaron los colonizadores y traspasados a sus descendientes. Esta brecha se supera con inversión en capital humano, educación de calidad, atraer el talento extranjero para irrigar nuestra sociedad, dominio del idioma ingles e incentivos para el desarrollo tecnológico. Así lo hizo el país más existo del mundo, Singapur. Es un error pensar que es el libre mercado el culpable de la desigualdad, el marxismo solo la perpetúa.